El festival es la excusa perfecta para descubrir el teatro que hace 2.000 años vio florecer la cultura romana y darse un baño de sensaciones por la Ribera del Duero burgalesa. Este año in restricciones por la pandemia, mil espectadores han disfrutado cada noche algunas de las obras programadas: las comedias de Tartufo y El Lazarillo de Tormes, la tragedia contemporánea de Elektra.25, un concierto de góspel, el circo contemporáneo Le grenier o la comedia ballet El enfermo imaginario.